Almagro

Historia
Historia y orígenes.

Los orígenes de la localidad de Almagro son claramente medievales y durante siglos la capital administrativa de esta comarca, encontrando los primeros vestigios y referencias históricas a partir del siglo XIII. Se desconoce por tanto el pasado prehistórico, y ya en la Edad del Bronce seguiría el desarrollo de poblamientos similares en su entorno geográfico más cercano. Como el Cerro de la encantada o la Motilla del Azuer en Daimiel. El estudio de estos asentamientos nos da información cercana a la posible realidad de un asentamiento de este tipo de asentamiento, entorno al actual casco urbano de Almagro.

De la posterior época romana y visigoda, al igual que sucede con otras localidades de la comarca, quedan escasos y poco relevantes restos y vestigios arqueológicos. Con el trazado de diferentes calzadas, y pequeños puentes, diseminados por su municipio así como pilastras y columnas de decoración visigoda.

Siglos XIII -XIV.

Según la tradición cultural, su origen fue un pequeño castillo almohade, denominado “Almagrib”, levantado para controlar el tránsito entre los caminos y rutas que enlazaban la ciudad de Toledo y Córdoba. Este nombre hace alusión a la característica arcilla rojiza con gran cantidad de oxido de hierro, que se encuentra en esta comarca. El color “almagre” se utiliza para pintar vigas y columnas y está presente en la actualidad, en el colorido de la Plaza Mayor y otros edificios del municipio.

La cercanía a lo largo de la historia de los asentamientos de Oreto Zuqueca (Granátula de Calatrava) y el Castillo de Calatrava la vieja (Carrión de Calatrava), impidieron el desarrollo de la localidad, y no será hasta el siglo XIII, cuando entrará en la historia de la mano de la Orden de Calatrava, cuyos maestres, la elegirían en el siglo XIII como lugar de residencia y centro maestral gubernativo de sus amplios territorios.

En el 1213 se concede el fuero a la villa por D. Gonzalo Yáñez maestre de la orden de Calatrava. Hecho que queda confirmado por Fernando III en 1222. A partir de esta fecha la localidad fue alcanzando relevancia y en 1273 Alfonso X llego a convocar Cortes en Almagro. Para entonces La villa de Almagro se convierte en un recinto amurallado y ya tiene una parroquia principal, San Bartolomé el Real, así como diferentes edificios públicos como las carnicerías, el pósito, la cárcel, casas del Concejo y un pequeño castillo remplazado por las Casas Maestrales, que dan una referencia del crecimiento de la localidad en este periodo. Constituyéndose como una villa en alza.

Siglos XV -XVII.

En siglos posteriores Almagro seguirá alcanzando importancia frente a otras villas y localidades cercanas. Al igual que otras villas medievales de este mismo periodo, la villa crece y sale del trazado original de sus murallas, que la protegían y que ya no eran necesarias, creándose en sus afueras los arrabales de San Pedro, Santiago, San Ildefonso, San Juan, San Sebastián, San Lázaro.

Es en este periodo cuando se incorpora el maestrazgo a la Corona en 1487. Y son muchas las órdenes religiosas, que eligen Almagro como lugar de residencia y destino, fundándose diferentes conventos y alzándose multitud de iglesias. Y la crisis que existía en España a finales del siglo XVI y comienzos del XVII no frena la fiebre constructora y el desarrollo de la Villa de Almagro. En este periodo los franciscanos levantan el Convento de Santa Catalina, y se instalan los Jesuitas, Agustinos, los hermanos de San Juan de Dios.

Los problemas financieros del emperador Carlos I, hicieron a los banqueros alemanes Fugger, beneficiarios de las rentas de las minas de Almadén y los vincularon a Almagro, trayendo consigo a sus administradores; los Wessel, Xedler que embellecen y engalanan la villa a su gusto. Construyendo diferentes oficinas de gestión administrativas así como palacetes y casas particulares y introduciendo diferentes elementos como el encaje de bolillos.

En 1493 Cisneros, dirige la fundación del monasterio de franciscanos de Santa María de los Llanos, que se anexionará a la iglesia del mismo nombre. En este periodo se funda el monasterio de Nuestra Señora del Rosario y la Universidad, de la mano del clavero Fernando Fernández de Córdoba. El comendador mayor D. Gutiérrez de Padilla construye el Hospital de la Misericordia y el Monasterio de la Asunción de Calatrava, también se construye la parroquia de Madre de Dios, y el convento de la Encarnación. Se amplían diferentes servicios en la villa y se reforman los trazados de muchas calles, la distribución de la plaza y su ayuntamiento. Así como la iglesia de San Blas.

Destaca entre sus habitantes Diego de Almagro (Almagro,1475-Cuzco,1538). Que participo junto a Pizarro, en la Conquista y colonización de América. Participando en la conquista de Perú y se le considera oficialmente el descubridor de Chile, siendo el primer europeo, en llegar al actual territorio de Bolivia. Preside la plaza mayor de Almagro una estatua ecuestre en su honor.

Siglos XVIII -XIX.

Durante el siglo XVIII, Almagro será capital de la provincia de La Mancha (1750-1761) gracias al Conde de Valdeparaíso, entonces ministro de Hacienda. Y que hizo mucho por esta villa, gestionando y gobernando el destino de toda esta comarca. Para poco tiempo después de este desarrollo urbanístico y social, en 1691 perder la capitalidad a favor de la cercana Ciudad Real para entonces en desarrollo. Es entonces cuando Almagro recibió el título de ciudad.

En el periodo posterior, la Ciudad de Almagro vive un periodo de decaimiento económico y social, derivado por la pérdida de la capitalidad. La invasión del territorio por los franceses, las guerras carlistas y la desamortización de la iglesia llevadas a cabo por Mendizábal en (1835), hicieron que la ciudad se quedara sin apoyos, sin recursos propiciando el abandono por parte de las órdenes religiosas favoreciendo otras localidades cercanas en desarrollo, desaparece la universidad y son muchos nobles e hidalgos los que abandonan Almagro.

Ya en la historia más reciente llegan a la ciudad diferentes avances haciendo que la ciudad crezca y se modernice en pos del progreso que llegaba a estas tierras manchegas. Es entonces cuando llega el Telégrafo, el Ferrocarril en 1858. Se construye el casino, la plaza de toros y el teatro Municipal en 1864, llegando la luz en 1897.

En los años 50 de este siglo se restaura el Corral de Comedias, la continuación del Ayuntamiento y el conjunto de la Plaza Mayor. En 1972, Almagro es declarada Conjunto Histórico-Artístico. Se restauran y rehabilitan hermosos edificios, no solo iglesias o palacios, sino también modestas viviendas, ermitas y a partir del año 1978, con el desarrollo del Festival internacional de Teatro Clásico, unido al esfuerzo por mantener y recuperar la identidad del municipio.

Almagro se ha convertido en un municipio especialmente turístico, destacando el sector servicios. Siendo la tercera ciudad más visitada de Castilla La Mancha. Son visitas esenciales, el afamado Corral de Comedias del siglo XVII, la Plaza Mayor lugar de referencia de esta localidad, el Museo Nacional de Teatro cercano a la misma plaza, donde se puede hacer un recorrido sobre la historia del teatro: lugares de representación, manifestaciones, autores, actores, técnicos.

Otros lugares de interés es el Almacén de los “Fúcares”, el Museo del Encaje, la Iglesia de San Agustín, la Iglesia de Madre de Dios o el Convento de la Encarnación. Se recomienda dar un paseo y perderse por las callejuelas del Barrio Noble. Además del sector servicios relacionado con el turismo, en la actualidad su economía se basa principalmente en la agricultura, con productos derivados del cultivo de la vid el olivo y encurtidos como reconocida Berenjena de Almagro. Es tradicional el encaje de Bolillos, de gran arraigo popular la localidad.

Orden Calatrava en Almagro




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